Patxiku, como estaba acostumbrado a la televisión,
bicicleta, patines y videojuegos,se aburría en el siglo XVI y empezó a hacer CROAC y CROAC.
Con el ruido de Patxiku al conde le vino un terrible dolor de cabeza y, desde la loma de su caballo,
ordenó a los niños:¡¡ Llevad a esta célebre rana al Dragón de Mondragón!!
A ver si se hacen amigos.
 
 
 
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Copyright © 1997 Angelo Cacciola Donati