"Donostia, recuerdos de la belle époque", pag.7
Desde lejos se oía el estrépito de los caballos y se distinguían risas
y voces alegres: unas carrozas
recorrían animadamente el centro de la ciudad.
Unos nobles europeos componían el grupo.
Hacía ya tiempo que los médicos de corte aconsejaban los baños de mar
por sus efectos tonificantes sobre la circulación.
Las aguas de Donosti estaban entre las más reputadas.
Entre ellos viajaba el astrólogo Amar, consultor de la rica familia veneciana Vendramín.
Copyright © 1997 Angelo Cacciola Donati
[Play Music]